El maestro de esgrima (Arturo Pérez Reverte)

Jaime Astarloa es maestro de esgrima de Jóvenes de la aristocracia y hombres de la clase alta española. Tiene 62 años y, salvo la comida diaria, ninguna preocupación. España, es entonces, la de Reina Isabel III; corren tiempos de Revolución Francesa y la esgrima, arte en decadencia, aún es practicada por algunos caballeros que prefieren el arma blanca a la pistola. 

Astarloa es un hombre digno, decente y de principios intactos, incluso, retrógrado. Solo enseñará esgrima a una mujer –cosa que no se permitía- que cambió su vida: Adela de Otero.

Adela está vinculada con la conspiración republicana en contra de la Reina y, por carambola, incluye a Don Jaime, a quién los temas de la política le tiene sin cuidado.

Los conspiradores asesinan a Luis de Ayala (en realidad fue Adela), amigo personal y de armas de Astarloa, por chantajear al capitalista de los revolucionarios. Las cartas con las que chantajea Luis de Ayala son entregadas a Don Jaime. Una de ellas, que revela el secreto de la conspiración y el nombre de su financiador, está en el mueble del maestro de esgrima, sin que lo sepa. Por el resto, fue asesinado un contertulio de don Jaime, que aprovechó la primicia para sobornar a la rebelión.

Adela de Otero llega a la casa de su ex maestro, Don Jaime, que profesa un profundo amor por ella. Confiesa su vinculación y las intenciones de la visita: la carta o la muerte. Se enfrentan, ante la negativa de Don Jaime de entregar la carta y después de ser seducido, a un duelo de esgrima. Don Jaime la asesina con una estocada en el ojo, tras varias fintas, paradas en tercia y en cuarta. Es el grial, el golpe perfecto; la estocada que el maestro buscó durante toda su vida. 

El maestro de esgrima es un libro excelente. Don Jaime Astarloa y Adela de Otero constituyen un cuadro de personajes muy completo. No existen los cabos sueltos en la mayoría de las narraciones de Pérez Reverte: las acciones, los diálogos y las relaciones entre los protagonistas responden a las personalidades adaptadas en el libro y, por supuesto, al contexto histórico en que se desenvuelven.

Es recurrente en los libros del gran autor español, la oda al honor entre los caballeros y lo vil de algunos que por ganarse unos pesos venden su alma al diablo. Pérez Reverte demuestra, otra vez, su extenso conocimiento de la historia español y mundial.

Las descripciones de los bares, las trifulcas y las calles del otrora Madrid, constituyen un legado histórico envuelto en un lenguaje exquisito. Un libro que se lee con mucha rapidez.

El manejo de los tiempos también vale la pena ser destacado. Es una novela de intriga, con pesquisas, pistas, policías, buenos, no tan buenos y malos. El secreto se descubre en las últimas cinco páginas. El autor suelta datos durante toda la novela y solo al final, como debe ser, el lector construirá el rompecabezas.

Nota: los protagonistas de las novelas y cuentos de Pérez Reverte son, en su mayoría, hombres nobles en mundos ingratos. Perderos, segundones de alguien que, sin merecerlo, ocupa un mejor lugar en la escala social. Soñadores de una utopía. La vida no es buena, ya sea ha dicho en otras sinopsis, para Pérez Reverte. Tiene razón. Y es el principal motor del mundo.

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