Al que no quiere caldo, se le dan 16 tazas

El Tratado de Libre Comercio con la India es el TLC número 16. Por lo visto con los demás tratados, a Colombia no le va bien, y con India tampoco.

Desde el 2012, la India -afirmaba el periódico Portafolio- estaba interesada en suscribir un acuerdo comercial con Colombia, pero sólo hasta el 2017, cuando la ministra de Relaciones Exteriores viaja a Nueva Delhi, las conversaciones tomaron un rumbo cierto. La insistencia de un TLC es porque “Colombia ofrece, sobre todo en el ámbito del turismo nuevos lugares que se están descubriendo, hasta ahora desconocidos a causa del conflicto con las FARC” afirmaba María Ángela Holguín.

El turismo no genera valor agregado, al igual que la economía basada solamente en la extracción y exportación de materias primas, que son, como en todos los casos de TLC de Colombia, lo que exportamos a India: Coques (combustible) y oro (el 74,1% de nuestras exportaciones a la India son de productos minero-energéticos), madera en bruto, piedras preciosas, y según la ministra, será un oasis de oportunidades para el café y el cacao.

Las importaciones desde India son, sin embargo, productos elaborados: motocicletas, textiles, automóviles medicamentos y neumáticos. Los sectores de autopartes y de textiles, golpeados en estos momentos por las ingentes importaciones chinas, se verán afectados porque son el 25% y el 16% respectivamente de las exportaciones indias hacia Colombia.

Pretendemos firmar un acuerdo comercial con un país con el que sostenemos un déficit comercial de más 682 millones de dólares[1]; sumado que la competencia entre los dos países en productos industriales es tan desigual, que parece una quimera. Mientras Colombia no subsidia su industria, la India invierte más del 2% de su PIB[2], de manera directa o indirecta, en productos que también producimos. El salario de los trabajadores colombianos (233€) quintuplica el de los indios (43€)[3] y, según organizaciones humanitarias y sindicales, los empresarios del gigante asiático están acusados de no pagar pensiones a sus trabajadores.

El crecimiento económico de Colombia será del 2,9%, mientras que el India, según estimaciones del Banco Mundial, estuvo entre el 2011 y el 2016, en 7.3%. Además, para el The Economist Intelligence Unit, la India representará un 15.1% del PBI mundial para 2050. Una potencia mundial.

Así funciona el modelo neoliberal en la economía colombiana: competimos contra una potencia mundial exportando commodities e importando industria, que, de ser producida en Colombia, nos haría un país desarrollado y menos desigual. Lo mismo ocurre con Perú y Chile, países similares al nuestro que tienen TLC con India: el 90% de las exportaciones de Chile son cobre y de Perú, oro y pescado.

El TLC con India, dice la ministra, sería el número 16 en hacerse con países del mundo, sin mostrar beneficios. El país no soporta una sopa más de libre comercio, sin embargo, le tocará tomarse 16 tazas, una más con un país frente al cual tiene grandes desventajas comerciales.

[1]http://www.mincit.gov.co/loader.php?lServicio=Documentos&lFuncion=verPdf&id=77074&name=OEE_espanol_Perfil_India_08-11-2017.pdf&prefijo=file

[2] http://www.sni.org.pe/?p=7944

[3] https://www.datosmacro.com/smi

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