Medellín fue elegida la ciudad más innovadora del mundo por el Citigroup y The Wall Street Journal. De entrada, es extraño que un banco acusado de corrupción y contertulio con los causantes de la crisis económica internacional y el periódico de Rupert Murdoch, el magnate de las comunicaciones, otorguen premios de “desarrollo” y “avance”, cuando ellos, bien se sabe, son victimarios del atraso de nuestros pueblos.
La transformación productiva de Medellín, de ciudad industrial a servicios, redujo la creación de ciencia y tecnología que son, ontológicamente, innovadoras, reemplazándolas por las importaciones. En diez años, las exportaciones de productos primarios pasaron de representar el 61% de las exportaciones al 82,8%, mientras que los de alta tecnología pasaron del 11,6% al 6,9% y El Valor Agregado Industrial, como porcentaje del PIB entre 1990 y 2010, pasó del 18% al 13%.
Nadie es creativo y mucho menos innovador con la ciencia del Siglo XIX ni con la tecnología de la Edad Medía. ¿Dónde se encuentra, entonces, el valor del premio?
Se seleccionaron tres ciudades finalistas: Medellín, Tel Aviv y Nueva York, por su compromiso con el medio ambiente, la transformación urbana, el sistema masivo de transporte y el avance en las alianzas público-privadas, que también propone el Banco Mundial. Cuatro conceptos, por los menos que han dicho los medios, de las ciudades innovadoras.
1. El compromiso con el medio ambiente queda en entredicho si se revisa la cantidad de espacio público y zonas verdad por persona. La organización Mundial de la Salud estima que deben ser de 15 metros cuadrados para el disfrute del ciudadano, de los que Medellín solo tiene 4 metros, lejos de la media mundial de 20. En ocho años, desde la Alcaldía de Sergio Fajardo, aumentó, incluidos los Parques Biblioteca, un 0,3 por ciento el Espacio Público Efectivo.
2. La transformación urbana se produjo hacia arriba, en edificios que no cuentan con sismo resistencia, de zaguanes estrechos como cárceles, con solo una zona verde para más de 20 mil residentes, caso ciudadela Sevilla, Torres de la Fuente y San Sebastián. Apartamentos, según explica la Escuela de Hábitat de la Universidad Nacional sede Medellín, de 40 metros cuadrados o menos, acusados de publicidad engañosa y especulación de la tierra. Una bomba de tiempo.
El sector inmobiliario, ligado al financiero, agradece estas gabelas. Medellín pasó de valer 20.5 billones de pesos en el 2004 a 40,7 billones en el 2012, aumento que golpea el bolsillo de las familias que ven su impuesto predial crecer, en algunos casos, hasta 100 por ciento.
Los Parques Bibliotecas, uno de los “pilares” de la Medellín innovadora, son un fracaso y no responden a las necesidades de la ciudad. En el PB de Belén, por ejemplo, confluyen 2 mil personas de las 146 mil que viven en la comuna 16, es decir, el 2 por ciento de la población, máxime cuando sufre una crisis de vivienda que supera el 48 por ciento y en dónde, según el estudio de Fedesarrollo para EPM, el 18 por ciento se acuesta con hambre.
3. El Metro de Medellín, exitoso y eficaz, nos costó a los medellinenses 1.800 dólares por persona. El más caro del planeta; 6 veces más por kilometro y 96 veces más por habitante que el de Shanghái, de mayor tecnología y 12 veces más por KM y 73 más por habitante que el del Cairo, que es subterráneo. La explicación es simple: la banca europea financiaba el proyecto, los contratistas, también europeos, lo diseñaban y ejecutaban y la subsidiaria de estos ejercía un control de la mayor parte del contrato[1]; un negocio yo con yo, que elevó el preció del metro cuadrado de 2.500 dólares a 42 mil.
En la globalización, las ciudades como Medellín ajustarán sus legislaciones para que las multinacionales inviertan. Aníbal Gaviria no lo niega: Medellín viene atrayendo a empresas de categoría global y con este premio el camino se fortalecerá. La tacita de plata se llenó de especuladores e inversionistas que sacan más de lo que dejan. La inversión extranjera creció, del 2006 al 2007, un 40% con una cifra cercana a los 9.028 millones de dólares. Mientras que entre los años 2008 y 2009 se realizaron transacciones en negocios de ferias internacionales por 572.4 millones de dólares[2]. Nos espera, se le reconoce la franqueza al Alcalde, más de lo mismo. ¿Para enorgullecernos? Nada.
4. Las alianzas pública – privadas son un eufemismo de la privatización. Fajardo escindió Une comunicaciones de EPM y Gaviria, que siendo Gobernador intentó vender la Fábrica de Licores de Antioquia, ahora pretende fusionarla con Tigo, so pretexto de la competitividad internacional. Edatel, empresa de comunicaciones departamental, pasó a ser de naturaleza mixta en 1993 y al 2008 registró pérdidas de $3.000 millones. Coltejer, otrora símbolo de la industria antioqueña, contrataba a 26 mil trabajadores solo en el Departamento de Antioquia y hoy tiene 3 mil en todo el país, además de contar un con déficit acumulado de 816.000 millones en el 2012.
“Pocas ciudades se han transformado como Medellín” señala el Urban Land Institute, otro de los Think Tank internacionales que entregarón el premio. Está en lo cierto. Aun más, cuando la industria no recibe apoyo estatal ni tienen un segmento de mercado garantizado. Es el remplazo de un modelo de desarrollo industrial por uno basado en la acumulación en actividades orientadas hacia los mercados externos
La “innovación” no genera ni desarrollo, ni reducción de la pobreza, ni avance científico ni es el reflejo de de la “verraquera paisa”, como afirma el Gobernador. Este galardón, que aupó el regionalismo de frontera, es el reconocimiento, merecido, al denodado esfuerzo de las administraciones de la Alianza Ama por convertir a Medellín en un paraíso para multinacionales y especuladores y en un infierno para sus habitantes. Es la pertinencia de la educación en el contexto mundial, es adaptarnos a la distribución internacional del trabajo: somos pobres, no hay ni ciencia, ni tecnología, hay innovación.
A los dirigentes de Medellín, la ciudad “más innovadora del mundo” les cabe la cantaleta de las mujeres al marido borracho: luz en la calle, oscuridad en la casa.