Julio César está en el exilio, mientras su familia está en Roma cuadrando todo para que vuelva. Él se embarca para la isla de Roda dónde Apolonio, que también educó a Pompeyo, le enseñe los trucos de la oratoria. Es secuestrado por piratas y con su genialidad e inteligencia les paga la deuda y después los mata.
Regresa a Roma, muere su esposa y su hija se hace mayor. Se casa con la nieta de Sila, el gran enemigo de su tío Mario. Gana todas las elecciones a las que se presenta con la financiación de Craso y la triple alianza con Pompeyo. Obtiene su tan anhelada reforma agraria y título: Consul.
César es designado a Italia, algo mucho menor, pero logra que lo envíen a las tierras Galias donde, parece, se queda como corcho en remolino: luchando con tanta tribu aparezca. Su sueño es la dacia (actual Croacia) para expandir el poder de Roma, tener recursos para pagar sus deudas y gloria para volver y hacer del imperio lo que soñó.
Se llama Maldita Roma porque César debe pagar un precio muy alto por su objetivo de ser cónsul: casar a su hija, Julia, con Pompeyo, uno de sus aliados, pero mayores enemigos. Por cierto, Pompeyo sabe que César sufre de ictus y hará todo lo posible por que sufra.
Maldita Roma es un librazo, igual que el primero de la saga. Contado por partes de una manera muy simple, aunque en algunas partes transcriba los discursos de los protagonistas en el Senado. Durante las más de 700 páginas, el lector hace parte de la antigua Roma, sus luchas internas, asesinatos y búsqueda del poder a toda costa.
Nota: los optimates son como los conservadores y los populares son como los liberales. César tenía, según el libro, un genuino sentimiento a favor de la gente. Era popular.
Cosas que aprendí
- Las legiones romanas siempre iban seguidas por tratantes que hacían negocio rápido y muy oneroso con los esclavos que las tropas romanas iban creando en su avance hacia donde fuera.
- En esa época ya se sabía que Erastóstenes había calculado la circunferencia de la tierra.
- Pamplona, España, se llama así por la dominación que hizo Pompeyo de la ciudad.
- El Coloso de Rodas no existe porque, a pesar de los dineros que daban las otras ciudades, se la robaron.
- Lo mejor de un discurso es el humor inesperado, según Apolonio.
- Las legiones romanas hacían decimatio. Cada 10 luchadores, elegían a 1 para morir. Los otros 9 lo debían matar.
- Según la tradición romana, la mujer que perdía a su marido debía casarse con su hermano menor.
- En Roma no se hacían cesáreas para dar a luz.
- Hay un debate sobre el color del luto en la antigua Roma: sólo Plutarco habla del blanco como color de luto, mientras que otras fuentes, como Varrón o Catón, mencionan velos oscuros o negros.
- Los sacerdotes en Egipto engañaban a la gente de una manera. Tenían un animal atrapado en un hoyo y no le daban comida. Cuando el animal rugía se escuchaba en todo el pueblo. Los sacerdotes le decían a los ciudadanos que era el dios Sobek que necesitaba tributos.
- En Roma votaban por centurias. Primero los ricos y después los pobres.
- La festividad de la Bona Dea era un rito que sólo celebraban las mujeres.
- César le dice a Pompeya que: “la esposa de César no debe ser objeto de sospechas”. De ahí viene la frase: la mujer del César no solo debe ser, sino parecer.
- Metellinum, en Hispania, es lo que ahora se conoce como Medellín en Badajoz. César recogió de allí luchadores contra los Lusitanos.
- Zenodoto fue la primera persona que organizó una biblioteca, como la de Alejandría, en orden alfabético.
- Victoria pírrica viene de las victorias contra Roma del Rey Pirro de Épiro.
- Las actas diurnas, que instaló César para dar a conocer cómo votaban los Senadores en Roma, es lo que se conoce como el inicio del periodismo moderno.
- Apolo quería yacer con Casandra y le ofreció el don de ver el futuro. Apenas tuvo el don, Casandra se echó para atrás, así Apolo la maldijo sin que nadie la creyera.
- La seguridad del poder da fuerza a uno incluso en aquello en lo que flojea.