William Hayes es un joven norteamericano capturado en Turquía por tráfico de hachís. Realmente la dosis solo son dos kilos, pero la pena oscila entre 10 a 15 años. Las leyes contra el narcotráfico son muy fuerte en un país con alta influencia musulmán. Al final, es condenado a 30 años por rebaja de pena, la original fue cadena perpetua.
Llega a la cárcel, hace amigos, recibe una paliza, intenta escaparse dos veces, se vuelve adicto al hachís, al yoga, se interna en un pabellón especial para locos y, al final, cuando le faltan tres años para salir, decide escaparse. Y lo logra.
Se llama expreso de medianoche porque William y su papá utilizaron este símil para referirse al escape. Es un buen libro. Entretenido, corto. Plantea las transformaciones de una persona en la cárcel, las diferencias culturales y el sufrimiento de una familia cuando tienen a un hijo preso.
William Hayes es una combinación de los nombres de los autores, porque el libro está basado en una historia real, que ellos sufrieron.
Cuando se priva a una persona de la libertad, lo único a lo que puede aferrarse es a la esperanza de salir, de disfrutar lo que en algún momento tuvo en exceso y no le parecía tan importante.