Con UNE, más vale pájaro en mano

En el 2014, el hermano del actual Alcalde, Miguel Quintero, entonces concejal, pidió de rodillas a sus colegas no aprobar la fusión con Millicom. Incluso, llegó a poner una corona en el recinto haciendo alusión a las facultades que pedía el entonces burgomaestre, Aníbal Gaviria. Hoy, su hermano, el independiente, pide autorización para la venta total de la empresa a la multinacional sueca. Los anti privatizadores Quintero la llevaron más lejos.

El entonces presidente de UNE, Marc Eichman, defendió la fusión con argumentos mentirosos y lo sabía, así como lo hacen hoy. Veamos:

  • El negocio de las telecomunicaciones es riesgoso por las altas inversiones que necesita y evitar futuras exigencias de capital

Es cierto que el sector requiere inversiones constantes por los cambios permanentes en tecnología. Sin embargo, UNE lo ha hecho. Es más, según declaraciones de su presidente, Marcelo Cataldo, en el periódico El Colombiano, se han invertido 7 billones de pesos durante 7 años, especialmente en 4g. ¡Un billón al año! (https://bit.ly/3xENRV4)

La fusión se hizo para dividir las inversiones. ¿Por qué se pedirían nuevas inversiones si ya se han hecho, incluso para tecnología 5g?

Para la fusión, pronosticaron el marchitamiento de la telefonía fija frente al móvil. No había tal, ni lo habrá. Son complementarias. (https://bit.ly/3bP8zJR) Por los cables coaxiales pasa el internet fijo, parte fundamental del negocio de UNE. Durante los 7 años de la fusión, son los negocios de “cable” como los conocen en las cuentas de la empresa, los que más ingresos registran. Y es, precisamente, el negocio de internet fijo y televisión por cable la experticia de UNE. (https://bit.ly/3iSmZgc).

  • Reorientar los recursos invertidos en UNE a iniciativas que sean gestionadas por EPM y hagan parte de sus negocios estratégicos.

Este argumento es, también, bastante débil. Hace parte de una directriz orientada en el 2017 desde la firma consultora McKinsey y en el 2018 por la consultora internacional Oliver Wyman. (https://bit.ly/2VXBHdg). ¿Por qué firmas internacionales definen el futuro de nuestra empresa municipal? ¿Y el know how de EPM?

Las proyecciones son, a nuestro juicio, mal diseñadas. El negocio UNE es estratégico para la ciudad. El internet fue considerado un como un servicio esencial, con tarifas asequibles y competitivas según la modificación a la ley 1341 de 2009. Dice el articulado: “con tarifas asequibles y competitivas, con independencia de la localización geográfica y que en estados de excepción y emergencia sanitaria exista un mínimo de navegabilidad y de mensajes de texto gratuitos para los usuarios«. ¿Es posible cumplir con esta exigencia de ley con una empresa privada, en un país donde la penetración del internet móvil es del 99% prepagada?

De igual manera, en el Plan de Desarrollo de Daniel Quintero se prevé una fuerte inversión en fibra óptica o red neutra para avanzar en la ciudad inteligente y valle del software, que llegue a las 500 megabits para familias y empresas (https://bit.ly/3yVZaJP). Construimos la carretera, pero los privados la aprovechan. Quintero no es tan buen negociante como nuestros ancestros antioqueños.  

El internet conmutado tiene tan solo una penetración del 25% en Medellín. ¡75% para crecer! Lo que existe es potencial en un negocio que, aupado por la pandemia, se volvió prioridad para la sociedad y las empresas.

Si buscan liquidez para Hidroituango, ¿por qué no se deshacen de los malos negocios de EPM en Antofagasta, o de la aseguradora Maxseguros o Proinmobiliaria que nada tiene que ver con su objeto social? Es más, sí la nueva intención del grupo es invertir recursos en activos estratégicos ¿cómo explican que el Alcalde de Medellín pidiera facultades extraordinarias, en plena pandemia y con la contingencia de Hidroituango, para ampliar el objeto social de la compañía?

  • Oportunidad para ejercer el derecho de salida: generar interés para que un mayor número de inversionistas participen en el proceso.

No habrá mayor número de inversionistas en el proceso. Según la ley 226 los primeros compradores pueden ser las asociaciones de trabajadores o fondos públicos, que no invierten en el negocio de las telecomunicaciones y según el proceso presentado por EPM, y la leonina cláusula Draga Alone que firmó el entonces Alcalde Aníbal Gaviria, Millicom tiene prioridad sobre la compra de las acciones[1]. Blanco es gallina lo pone.

¿A dónde irán a para los recursos?De verdad nadie lo sabe y es muy difícil creer en la administración Quintero. El primer destino de los recursos era el Plan joven para la reactivación económica (https://bit.ly/3k0U8FH), ahora, según EPM, para apalancar las inversiones de 11,6 billones de pesos que necesita la finalización, necesaria por supuesto, de Hidroituango.

UNE, a pesar del mal negocio de la “fusión para crecer” y de la mala prensa que se le da desde la administración Quintero (el concejal Alex Flórez llegó a decir que era una “silla que no genera ninguna utilidad” (https://bit.ly/37U3X2O), no registra pérdidas para el municipio, aumentó su margen Ebitda del 25% al 33% desde el 2015 y se posiciona como la segunda empresa en líneas de acceso e ingresos de internet y telefonía fija, después de la ultra poderosa Claro.

Medellín debe tener participación en la empresa de telecomunicaciones por su importancia para la construcción de ciudades inteligentes, la mayoría de la infraestructura ha sido construido por el municipio y los ejemplos en el mundo así lo indican: Alemania, Francia, Bélgica, Australia, Suiza, Suecia, Japón y Brasil. Uruguay es el país con mayor velocidad en navegación y a menor precio. La empresa ANTEL, es 100% pública.  

UNE podría estar entre las empresas de telecomunicaciones más poderosas del país, incluso podría entregarle en el corto plazo utilidades al municipio, pero las malas administraciones la tienen en un lugar del que debe salir y a la ciudad con una deuda pública que alcanza los 1.9 billones, equivalente al 70% de sus ingresos corrientes.

La fusión nos dejó en una posición desventajosa en la empresa, pero aún poseemos el 50% de las acciones. Lo mejor sería comprar la totalidad de UNE, aunque por las dificultades financieras y legales no se puede. Pero hay tiempo. Como dicen nuestros ancestros: arrieros somos y en el camino nos encontramos. Tenemos un pedazo, es mejor que nada.

[1] Periódico ECO, Sintraemsdes. Edición 58. Julio del 2021.

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