El puente de los Asesinos es la séptima entrega de las aventuras del capitán Alatriste. Esta vez, el Capitán, Iñigo, el moro Gurriato, Sebastián Copons, acompañados de Gualterio Malatesta, enemigo acérrimo de Alatriste y de Iñigo, son reclutados por el Estado español para dar un golpe de mano en Venecia, extrañamente fría, nevada y poco amigable. La tarea es asesinar al dogo veneciano e instaurar un gobierno proclive al interés de España.
Después de varias capturas y unas pérdidas por enfermedad, cuando los espadachines están en proceso de dar el golpe se descubre la traición. La misma corona que los reclutó vendió sus cabezas por evitar un conflicto diplomático con Italia. Al final, se salvaron cinco de todos los camaradas: “muchos muertos en una sola noche” diría Iñigo Balboa.
El puente de los Asesinos es un libro dinámico, cambiante y muy fácil de leer. Contiene los mismos elementos que hacen de las aventuras del Capitán Alatriste un éxito editorial: armas, honor, amor, sexo, traición y un profundo conocimiento de la historia.
Dos elementos en la personalidad del Capitán y de Iñigo demuestran la evolución en los personajes. La melancólica despedida de Alatriste a su apadrinado ante la dificultad de la empresa. Alatriste, resignado a su suerte, intenta decirle a Iñigo que lo quiere, como nunca lo hizo y nunca lo hará del todo. ¡Pardiez! Son hombres de armas, que se gana la vida desenvainada la vizcaína y acuchillando a favor de la verdadera religión, no recitando poemas.
En Iñigo la juventud pasa rápido, si es que alguna vez la hubo entre armas, saqueos y daifas. Es más independiente del Capitán y la visión paternal se está difuminando.
Nota: creo que existe un error en la continuidad de los libros, o un elemento que no entiendo. ¿Si el libro está escrito en primera persona, como hace Iñigo para saber las aventuras de Alatriste cuándo no está? ¿Narrador omnisciente y primera persona? No tiene mucho sentido.