Las tinieblas y el alba es la cuarta entrega de la saga de Los Pilares de la Tierra del gran escritor inglés Ken Follet. Es 997, la edad oscura, parte baja de la Edad Media. Lady Ragna es la hija del conde de Cherburgo en Normandía y Edgar el hijo de un sencillo constructor de barcos en Combe, Inglaterra. Toda Europa le teme a los Vikingos. Y son precisamente por ellos que se encuentran.
Después de la incursión vikinga a Combe, Edgar y su familia viajan a Deng´s Ferry, un pueblo de mala muerte y olvidado en la provincia de Shiring. El conde de la provincia es Wilwulf, un hombre bueno con una familia horrible y futuro esposo de Lady Ragna.
Aldred, otro de los protagonistas, es monje de Shiring y odia a Wynstan y Wilhem, hermanos de Wilf. Wynstan y Wilhem se han dedicado a violar, robar y falsificar la moneda del rey Etereldo, sin recibir sanción. Lady, Aldred, Dren (Sheriff del condado) y Edgar, crean una alianza para acabar con la injusticia. Al final, como siempre, lo logran.
En el transcurso del tiempo, Edgar se convierte en un gran constructor y levanta un puente en Deng’s Ferry, por donde pasa el Rey en algún momento. Desde entonces, se le conocerá como Kingsbridge (puente del rey). Es el inicio del famoso priorato del primer libro, los Pilares de la tierra.
En los libros de Follet, o por lo menos en esta saga, los finales siempre son felices: Edgar se casa con Lady. Wilhem y Wilwulf mueren y Wynstan, el obispo cruel, es recluido en la isla de los leprosos, atormentado por la enfermedad de las rameras.
Es un libro que sigue el patrón de los anteriores: amores prohibidos, viajes en busca de sanación, obispos malos frente a la juventud que se desea imponer y lucha política por el poder. No por eso deja de ser muy entretenido y de lectura rápida.
Nota: el papel de la mujer en los libros de la saga es predominante. No son pasivas. Buscan, intentan y lo logran, a pesar de la época y dificultad que atravesaban.
La documentación de la edad oscura es difícil según cuenta él mismo Follet, pero se logran rescatar los siguientes datos:
- La mayoría de las personas tenían que preguntarle la hora a los clérigos. Nadie sabía.
- Los monjes habían ideado un método para calcular las horas de la noche, dependiendo del consumo de la vela ardiendo.
- A una mujer le tomaba 4 años terminar una vela para un barco de guerra.
- Las rentas se pagaban 4 veces al año.
- Los poetas amenizaban la corte de algún noble y después se iban cuando sus cuentos quedaban obsoletos.
- A las mujeres no se les permitía testificar en los juicios.
- El clamor de haro era el medio gracias al cual los delincuentes eran arrestados. Todos los hombres estaban obligados por el rey a cualquiera que hubiera cometido un delito.
- En la Edad Oscura se pensaba que las oraciones de los monjes célibes eran más efectivas que las de los sacerdotes normales.
- Cuando había discrepancias en las declaraciones de 2 testigos se resolvía con una ordalía: sujetaban un hierro ardiente durante diez pasos o sumergir las manos en agua hirviendo y sacar una piedra de ella. Si decía la verdad, Dios lo protegería.
- Había leyes contra el maltrato de esclavos pero no se cumplían o sus castigos eran leves.
- Una persona que mataba a un esclavo sin justificación podía arrepentirse y hacer penitencia ayunando.
- Según la ley, al falsificador se le debía cortar la mano.
- Las ventanas no tenían cristales. El cristal era un material lujoso reservado para los reyes.
- La mayoría de los reyes sabía leer, pero no lo practicaba.