Por: Yamid López Sepúlveda y Federico Gutiérrez Naranjo
La alcaldía de Federico Gutiérrez presentó el Plan de Desarrollo que le proponen a Medellín para este cuatrienio y, aunque lo venden como llevar a Medellín al “siguiente nivel”, no irá a ninguna parte. Es la consolidación del modelo económico que instauró Medellín desde Aníbal Gaviria y al que Daniel Quintero aposto decididamente.
El Plan está conformado por 15 proyectos estratégicos, un habilitador que es “creemos en la ciencia, la tecnología y la innovación para conectarnos con el mundo”, y cinco pilares para intentar consolidar a Medellín como Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación. Los cinco pilares son:
Pilar de bienestar social
La ciudad planea invertir más de un billón de pesos en el programa Buen Comienzo: creación de nuevas sedes y atacar el aumento de la desnutrición aguda en menores de 5 años, además de atender al 67% de las familias de Medellín que tienen inseguridad alimentaria.
Sin embargo, la mayor inversión está en el componente de “Educación para el progreso” con casi 7 billones de pesos. El componente tiene por objetivo transformar la educación para adaptarla al modelo de ciudad y es, exactamente, lo que intentó hacer Quintero en su cuatrienio con el lema: “si cambiamos la educación, lo habremos cambiado todo”.
El plan de FICO II lo resume de la siguiente manera: “(…) El Distrito de Medellín en su actual vocación orientada a la ciencia, tecnología e innovación, debe reconocer los cambios en las dinámicas laborales y abordarlos, ajustando los programas de formación y educación para el trabajo que permitan responder de manera efectiva a las necesidades actuales del mercado laboral”. [1]
Y el plan de Quintero lo hacía así: “Fortalecerlas condiciones para el desarrollo permanente de las labores formativas (…) con el fin de que los servicios ofrecidos respondan a las necesidades en materia de desarrollo individual, social y económico, logrando una articulación real entre la oferta educativa y las realidades de los actores sociales y sectores productivos”.[2]
Es decir, la misma política. Si la ciudad transforma su modelo económico, se debe adaptar su instrucción, ¿pero para cuál modelo de desarrollo se está educando? Para una ciudad volcada a las Tic y el turismo, olvidada de los demás sectores productivos: más educación para el trabajo en habilidades menores y producción de mano de obra barata para el turismo y desarrolladores de software. Por ejemplo: el pilar propone la meta de 115 mil empleos vinculados al turismo.
¿Por qué se hace énfasis en este punto? Porque cuenta con la mayor proporción de recursos dentro del Plan. ¡Es lo más importante!
El modelo de desarrollo económico gira entorno a tres elementos: la transformación digital, el turismo y la industria del entretenimiento, con una inversión alrededor de los 365 mil millones de pesos. Estas son las mismas apuesta de Quintero y en las que Fico insiste a pesar de las grietas que presenta el modelo[3]. Por el contrario, para todo el ecosistema de producción, industria y comercio la asignación es de 60 mil millones de pesos para el cuatrienio, ¡nada!
Fuente: Plan de Desarrollo de Medellín creemos en vos. Página 436.
Por último, para el tema de desarrollo rural se asignan 60 mil millones de pesos, continuando con la deuda histórica que ha tenido este sector en las distintas administraciones de la ciudad. Además del olvido de la zona rural de los corregimientos de la ciudad, se desperdicia una apuesta seria y decidida por la producción agrícola que puede convertirse en la principal despensa alimentaria de la ciudad y motor de desarrollo económico y social.
Pilar agenda social
Este Pilar continua con muchos de los proyectos sociales existentes. Vale la pena resaltar la creación de la política de cuidado para mujeres, una extrapolación de lo que hizo Bogotá con muy buenos resultados. Preocupan la ausencia de la cárcel para sindicados que venía en el Plan de Desarrollo de Quintero, la ausencia de una política fuerte para resolver el problema de los habitantes de y en calle de la ciudad en lo referente a los Centro Días, y la falta fantasmal de programas para resolver los asuntos de personas migrantes en relación con la magnitud del problema humano que vive esta población.
Pilar transparencia y confianza
Es el pilar de seguridad y destinará un billón de pesos para el tema. Llama la atención la meta de “intervenciones y regulación” para recuperar el espacio público: pasarán de 5014 intervenciones que hizo la administración pasada a más de 20 mil y de actos administrativos pasarán de 2325 a 10 mil. Si a esto se le sumamos la obsesión por mantener la tasita de plata limpia, el indicador “Venteros informales acompañados para la diversificación de su actividad económica” y los antecedentes de la primera administración de Federico Gutiérrez, es obvio lo que se viene: un ataque a los venteros y trabajadores informales que realizan sus actividades en el espacio público. Según las mismas declaraciones del Sindicato de Trabajadores las intervenciones fueron y serán muy duras con ellos [4], lo que debe prender una alarma para evitar que una falsa “recuperación” de lo público recaiga sobre los más vulnerables –esto aplica, también, para las mujeres en ejercicio de la prostitución.
Pilar de infraestructura y desarrollo
El plan otorgará 4 mil subsidios de vivienda, para compra y mejoramiento, e intentará terminar con el déficit cuantitativo y cualitativo de vivienda en Medellín. Esto apuesta sigue siendo insuficiente para la magnitud del problema habitacional de la ciudad, y desaprovecha una apuesta que beneficiaría a la economía en su conjunto potenciando el sector de la construcción que tan afectado está, y no simplemente mediante subsidios marginales.
Según se entiende en el pilar y las conclusiones, el presupuesto irá destinado a mejorar andenes y lograr terminar el Metro Ligero de la 80. El acuerdo de cofinanciación con el Gobierno Nacional, parece un tiro en el pie.
“(…) dadas las condiciones particulares del convenio de cofinanciación suscrito con la nación, el cual recarga en su totalidad sobre nuestro distrito todos los costos adicionales resultantes durante la ejecución del proyecto, cualquiera sea la causa (…)”[5]
El pilar habla también de la creación de una estación de transferencias para llevar, con mayor velocidad, la basura de Medellín al relleno sanitario la Pradera. No es una solución. La ciudad debe pensar, y apostar en su Plan, por una cultura de reciclaje, aprovechamiento de residuos que nos permitan acabar con las basuras y generar ingresos para los habitantes. Pero el pilar no lo menciona.
Pilar sostenibilidad ambiental
No existe una apuesta fuerte por la economía circular y verde, promesa recurrente de campaña y que representaría una verdadera apuesta por el futuro, y al que sólo dedica 37 mil millones de pesos. El plan propone 86 mil viviendas para el programa “tu separas, yo reciclo”, es decir 10% de las viviendas en Medellín y con un presupuesto de 37 mil millones de pesos, 0.13% de los recursos del plan.
Debido a la importancia del tema, la situación calamitosa del relleno sanitario de la Pradera y las graves consecuencias económicas y ambientales que traerían para los ciudadanos, el Plan debería ser más ambicioso frente al tema.
Conclusiones
- Su apuesta de desarrollo productivo está en Ruta N, Distrito cinema y Turismo, que juntos suman 350 mil millones de pesos.
- Es un plan conservador, con metas muy mediocres, tanto que el Concejal de Creemos, Juan Carlos de la Cuesta habló de “pensar en tener indicadores más retadores”.[6]
- No hay una apuesta decidida por la industria tradicional, la producción local ni el desarrollo rural de Medellín.
- No hay una apuesta decidida por la economía circular y verde, aunque fue reiteradamente una propuesta de campaña.
- No hay una apuesta por el trabajo decente. En el plan solo se menciona el concurso público para ocupar vacantes, pero ni una palabra sobre la pandemia de contratos de prestación de servicios de la Alcaldía de Medellín
- Preocupa la política contra los trabajadores informales en el espacio público
- En la línea con mayores recursos del Plan, FICO II continua con el mismo modelo de desarrollo de Quintero.
[1] Plan de Desarrollo de Medellín: creemos en vos. Página 50. 2024
[2] Plan de Desarrollo de Medellín: Medellín futuro. Página 145. 2020.
[3] El turismo no es el camino al desarrollo. Javier Mejía. Revista Forbes. https://bit.ly/3WlCeCu
[4] Churros de mi casa. https://bit.ly/3UKeoyS
[5] Plan de Desarrollo de Medellín: creemos en vos. Página 428. 2024
[6] Juan Carlos de la Cuesta. Instagram. https://bit.ly/3QuG1cO